Restaurante El Cruce, en Manzanares (Ciudad Real)


Restaurante El Cruce, en Manzanares (Ciudad Real)
Situado en las mismas instalaciones del hotel que porta el mismo nombre, localizado en las inmediaciones de la autovía de Andalucía km 173, sentido hacia Córdoba. En el que por motivos de trabajo comí el Jueves 27 de Octubre 2016.


Cuanto con un salón amplio, ala vez habilitado para grandes eventos. Sus instalaciones, ni su decoración destacan por grandes modernidades. El lugar es limpio y acogedor, aunque a corto plazo deberán plantearse un "lavado de cara" y actualizar un poco tanto el mobiliario como algunos otros aspectos que por el uso, han quedado algo obsoletos.


Las propuestas que encontré en su carta me parecieron bastante interesantes, además de contar con unos precios relativamente asequibles, a falta de contrastarlos con las prestaciones de lo servido.


El primero de los entrantes fue un plato de jamón ibérico cortado a cuchillo y unas cortadas de queso de oveja curado macerado en aceite. Esto es sin duda uno de los platos estrella de la gastronomía española, y que por lo que me permite mi memoria recordar, a día de hoy todavía no me he juntado con nadie que no haya sabido bien apreciarlo.


El segundo entrante fueron unas gambas rayadas, cocinadas a la plancha con un poco de aceite, acompañadas de brotes de ajos tiernos y limón. Tal vez esta opción suela ser más propia de regiones más próximas al mar, pero es sorprendente y a la vez muy habitual, encontrar en el interior excelentes propuestas de pescados y mariscos, tanto por su calidad como por su grata manera de prepararlo. Llevo ya tiempo diciendo que para comer buen pescado hay que venir a la Mancha o a Madrid, ya que me resulta mas dificil encontrar en Valencia, tan buenas propuestas de pescado.


Pero la región de La Mancha es sinónimo de agricultura y de ganadería, y por supuesto el buen cordero no debe nunca faltar. Por ello, mi plato principal, como ya viene siendo habitual, fueron chuletillas de cordero lechal, este vez asadas a la plancha y acompañadas de una guarnición de verduras. Un plato que siempre busco y que siempre sugiero a mis acompañantes neófitos en este campo... y si todavía alguien no conoce los motivos de tan desinteresada y ostentosa recomendación, es porque está tardando en conocer de cerca tal manjar.
Al poco de entrar en este lugar, no estuve muy convencido de que iba a poder disfrutar de esta manera, de una muy buena comida, a lo mejor no tan bien presentada, pero con una calidad de la materia prima muy recomendable. Aunque algunas reformas y algunas actualizaciones del local (como por ejemplo los aseos) no vendría nada mal. Quiero de paso citar la enorme profesionalidad del camarero que nos atendió. Un hombre ya veterano, muy conocedor de su carta y muy amable en general.

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